El parque abarca unas impresionantes 30 hectáreas y se caracteriza por su exuberante vegetación y arboleda. Este encantador espacio cuenta con encantadores puentes que cruzan riachuelos, embarcaderos a la orilla de cuerpos de agua, elegantes glorietas y hermosos pergolados cubiertos de enredaderas.
El Parque Juan de Garay, situado en la zona occidental de la ciudad, desempeña un papel fundamental como un pulmón verde esencial. Es un lugar versátil que se utiliza como pista para aprender a conducir, un espacio idílico para pasear y relajarse en familia, especialmente los fines de semana, y una zona recreativa para la práctica de deportes.
Es innegable la belleza del Parque Juan de Garay; sin embargo, lamentablemente, no siempre se encuentra en condiciones adecuadas de mantenimiento y limpieza. Además, es importante resaltar que la seguridad en la zona del parque y en el propio parque es una preocupación. Durante el día y con una buena cantidad de visitantes, uno puede sentirse tranquilo; no obstante, es necesario tener precaución en cuanto a la exhibición de pertenencias personales y estar atento a la seguridad de las mismas.
Visitar durante el día y en horarios de mayor afluencia de gente, especialmente en las mañanas o las tardes cuando hay más actividad y luz natural.
Evitar visitas al parque durante la siesta o por la noche, ya que la seguridad puede ser un problema en esos momentos y cuando hay menos personas presentes.
Mantener un perfil bajo y no ostentar objetos de valor para reducir el riesgo de robos o pérdidas.
Mantenerse alerta y consciente de tu entorno en todo momento, especialmente en áreas menos concurridas.
Respetar las normativas y reglas del parque para contribuir a su conservación y seguridad.
Además, ten en cuenta que el parque marca un límite seguro para los turistas en la ciudad, y más allá de este punto, se recomienda tener precaución y estar al tanto de las condiciones de seguridad antes de aventurarse.